Víctima de los latrocinios de “Erik, el belga”en 1979, que lo troceó para venderlo y solo se pudieron recuperar 6 fragmentos. Fotografiado en 1992 para la exposición “Signos, Arte y Cultura en el Alto Aragón Medieval” pag de catálogo 226-227, con ficha catalográfica de Cristina Partearroyo Lacaba.Diputación de Huesca y en 2000, exposición “Lux Ripacurtiae IV”, Ayuntamiento de Graus.